Hoy en día escuchamos que existen un sinfín de productos que son orgánicos y otros que no lo son. Sin embargo, ¿Sabemos realmente la diferencia entre uno y otro? ¿Es importante consumir productos orgánicos? ¿Qué de bueno tiene un producto orgánico? ¿Vale la pena invertir en comprar orgánico? Bueno, para ayudarte a entender un poco más sobre la diferencia y cómo nos beneficia, te contamos un poco más.
Existen diferentes tipos de productos orgánicos: alimenticios, de cuidado personal, para vestir, etc. A pesar de ser productos con insumos totalmente diferentes, todos tienen en común que los insumos que utilizan como materia prima o como ingrediente principal, no contengan ningún tipo de químicos. ¿Qué significa esto? Que no les han puesto ningún tipo de fertilizante, herbicidas, pesticidas químicos o aditivos sintéticos (lo cual podría realzar el sabor, color, olor, tamaño, etc. del producto).
Cuando hablamos de productos o ingredientes orgánicos lo asociamos automáticamente con palabras como nutritivo, no sintético, natural, seguro y limpio. Y estamos en lo correcto, un producto orgánico es más nutritivo que uno inorgánico, ya que el proceso de producción se hace bajo una semejanza del sistema natural lo cual ayuda a que se mantengan los valores nutricionales originales. Al producir de esta manera, la naturaleza hace el proceso a su propio ritmo, propias leyes y deja a los productores como sus cuidadores y recolectores, los cuales no interfieren directamente en el crecimiento natural del insumo.
Entonces, ¿Cuáles son los beneficios de consumir y/o utilizar productos orgánicos? Aquí se los enumeramos:
- No contienen ningún tipo de químico, pesticida, fertilizante o aditivo sintético. Por lo que significa que tu organismo solo recibirá insumos que lo ayudarán a estar mejor y más fuerte.
- Tienen muchas más vitaminas, minerales y antioxidantes que los productos convencionales (ya sea un producto que ingieras o que coloques sobre tu piel).
- Son productos rigurosamente certificados, lo que asegura al consumidor un buen producto final.
- Protegen la salud del consumidor y la del agricultor.
- Se aprovechan y mantienen los colores, aromas y sabores originales de los insumos.
- Contribuyen con la descontaminación del agua, del aire y de la tierra.
En el día a día estamos expuestos a más de 168 químicos dañinos diarios, los cuales se puede encontrar en productos de cuidado personal y en lo que comemos. Nuestro órgano mas grande, la piel, absorbe fácilmente todo lo que nos colocamos sobre ella, es por eso que no solo lo que comemos es importante, sino también lo que nos colocamos en el día a día, ya que finalmente todo eso afectara de alguna u otra forma a nuestro organismo. Al estar expuestos a tantos químicos, nuestro cuerpo comienza a generar problemas tales como: infertilidad, autismo, cáncer, problemas al nacimiento, pieles más y más sensibles y enfermedades rarísimas.
Al utilizar productos orgánicos, estaremos evitando estar expuestos a todos estos químicos y podremos evitar problemas de salud, así como genéticos, que finalmente podrán afectar a generaciones venideras.
Muchas veces nos dejamos llevar por el precio, porque SIEMPRE un producto inorgánico va a costar menos que uno orgánico. Esto, porque la forma de procesamiento en general es mucho menos costosa y no cuentan con los mejores ingredientes, ni las certificaciones que nos asegure que es un producto que no nos va a hacer daño a corto o largo plazo.
Es por ello que siempre, antes de comprar un producto (del tipo que sea), fíjense si lo que se están llevando a casa, es la opción más saludable (¡lea las etiquetas!).
Finalmente, a largo plazo, es un ahorro para todos, ¿no?